"Un sábado de mayo de 1953, dos años antes de los acontecimientos de Barracas, un muchacho alto y encorvado caminaba por uno de los senderos del Parque Lezama" |
No me atrevo a escribir nada para él, porque mis palabras sonarían torpes y ridículas, pero es un día demasiado importante como para que pueda dejarlo pasar sin atreverme a copiar citas del libro que escogería si tuviera que quedarme solo con uno para el resto de mi vida:
“Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la química, en la filosofía. En la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza” (Bruno a Martín)
“Nos han quitado al Cristo ¿y qué nos han dado, en cambio? Autos, aviones, heladeras eléctricas” (el loco Barragán, haciendo reír a la clientela en el café de Chichín)
“Es probable que comiendo lechuga usted mejore el funcionamiento de sus intestinos, pero me parece muy difícil que logre echar abajo la sociedad burguesa” (Vidal Olmos a un zapatero tolstoiano en una reunión ácrata)
“Es probable que comiendo lechuga usted mejore el funcionamiento de sus intestinos, pero me parece muy difícil que logre echar abajo la sociedad burguesa” (Vidal Olmos a un zapatero tolstoiano en una reunión ácrata)
“¿Qué tiene? Es una hermosa cabeza y te diré que me hace bien verla de vez en cuando, en medio de tanta basura. Aquéllos al menos eran hombres de verdad y se jugaban la vida por lo que creían” (Alejandra, cuando le cuenta a Martín la historia de la cabeza de su antepasado, Bonifacio Olmos)
"Se encontraban en lugares tan absurdos como el hall del Banco de la Provincia o en el Puente Avellaneda" |
"Y un día más terminó en Buenos Aires: algo irrecuperable para siempre, algo que inexorablemente lo acercaba un poco más a su propia muerte" |