domingo, 1 de mayo de 2011

Leche de soya, paso a paso


Mi leche de soya terminada.
El fondo oscuro es del frasco.

Está de moda y eso la vuelve polémica. Dentro de los argumentos más fuertes en su contra no podemos ocultar que la cantidad de plantaciones de soya transgénica amenazan bosques y han desplazado  a otros cultivos en grandes territorios del mundo. Puede ser que la propagación de sus beneficios sea parte de una estrategia de los productores para inducirnos a consumirla.

Pero es deliciosa y muy barata. Y sus detractores no pueden negar que el frijol de soya, aunque sea transgénico, contiene gran cantidad de nutrientes y es de especial ayuda en diversidad de procesos degenerativos. La okara, de donde se obtiene la soya texturizada (que conocemos como Protemás), es el bagazo que queda después de colar nuestra leche.

Es importante mencionar que la leche de soya o cualquier otro alimento, incluyendo las fórmulas industriales de "leche maternizada", no son el alimento ideal para el lactante, que debe tomar únicamente la leche materna, como los demás mamíferos.



1. Una libra de frijol de soya
remojada durante 12 a 15 horas

 
2. Licúo la soya con el agua de remojo. Mi colega René
la muele en piedra, seguro queda exquisita pero cuanto trabajo.

 3. Agrego: 1 raja de canela grande, media taza de azúcar morena,
una pizca de sal y una cucharadita de vainilla clara.

 
4. Pongo mi atol a hervir. Cuando rompe el hervor, retiro del fuego.



5. Cuando mi atol se enfría, lo cuelo en un trapo previamente
hervido con cloro y desaguado cuidadosamente.



6. El bagazo que queda en el paño es la okara. Cuelo pequeñas cantidades para
evitar accidentes y aparto la okara, que mañana procesaré como embutidos de soya.


7. Hiervo la leche u horchata de soya. Esta vez le agregué: nuez moscada,
1/2 taza de rapadura rallada, más azúcar, sal y vainilla. Quedó muy rica.



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