miércoles, 22 de junio de 2011

Hoy hace quince años conocí a Chofo

Hoy es 22 de junio, tal como aquel día de 1996 cuando conocí a Chofo en un concierto de homenaje a Santana que se celebraba en Pie de Lana, justamente en el mismo lugar donde Juan Carlos y yo habíamos visto pocos días antes, la sombra o fantasma del famoso ladrón. Esa misma noche comenzamos a vivir juntos, en una relación que se prolongó durante nueve años y terminó de manera tan abrupta y violenta como había comenzado. Paradójicamente, entonces comenzó nuestra verdadera amistad y por supuesto un gran amor que se mantiene y estará ahí mientras yo siga en esta vida. Nos separamos en mayo de 2005 y meses después comenzamos a vernos otra vez, primero como amigos,  poco a poco como siempre. Chofo en realidad se llamaba Rodolfo Ramos y había pasado toda su vida en la zona 6,en "la cuadra", con su grupo de amigos que siguen asoleándose todas las mañanas en la misma banqueta desde hace por lo menos treinta años. Durante los nueve años en que vivimos juntos lo compartíamos todo. Desde la música a la ropa y los libros, la comida y las ideas. Tanta identidad y cercanía terminó por hacernos daño y cuando ya no pudimos seguir con una relación que cada día se convertía en algo más parecido al matrimonio que tanto rechazábamos, tuvimos que separarnos. Y cuando finalmente comenzábamos a reencontrarnos, se sometió a una operación que era innecesaria, tomando en cuenta que no se hacía para salvarle la vida sino para librarlo de un molesto dolor en un pie. No sobrevivió ni dos meses a la intervención. Se fue para otro lado y para siempre el 10 de febrero de 2010. Chofo era alguien que por sobre todas las otras cualidades que pudo tener, era de una humanidad tan auténtica y libre como no he conocido. Incapaz de ofender o hacerle daño a otra persona, vivió una vida intensa y siempre hizo lo que su voluntad le dictaba. Nunca tuvo ni siquiera un rasgo del machismo que se atribuye a los hombres guatemaltecos. Engendró una hija a la que quiso absolutamente y tuvo muchos amigos que seguramente, como yo, todavía lo lloran.

3 comentarios:

  1. qué bello texto, qué bella historia... yo lo conocía de lejos, pero ahora siento que sé más de él... un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Recordando al Chofo lo busqué en la red y encontré aquí una parte de él. Qué lindas líneas hermana.

    Un gran abrazo

    ResponderEliminar